¿En qué consiste?
Primero quiero partir explicando palabras que serán fundamentales para el
entendimiento del texto:
1.-Discriminación: Consiste básicamente en “seleccionar
excluyendo”. A continuación da una nueva acepción algo más valorativa y
política, “dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos
raciales, religiosos, políticos, etc.”.
2.-Tolerancia: Surge ahora la
duda respecto al tema de la tolerancia. ¿qué es ser tolerante? El diccionario
nos entrega escuetamente una definición –y respecto de los significados que nos
interesan- que es “sufrir, llevar con paciencia” y “respetar las ideas,
creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las
propias”, toda persona es libre de sentirse o no cómoda con las
actitudes de los demás. Después de todo, nadie está obligado a aceptar o
compartir lo que hagan o dejen de hacer quienes lo rodean.
Ya explicadas las
palabras claves de la también llamada “ley Zamudio”-en recuerdo del joven
homosexual que fue atacado por un grupo
de jóvenes neonazis- lo que busca y
establece esta ley es la reposición del
tema de las minorías y el respeto que teóricamente debe asegurarles el Estado,
ante las agresiones de quienes pertenecen a algún grupo minoritarios, ya sea
por la religión, étnia, razones políticas o sociales, en el tema laboral, orientación sexual, etc. En
principio la ley dice que “toda distinción, exclusión o restricción que carezca
de justificación razonable, efectuada por agentes del Estado o particulares, y
que cause privación, perturbación o amenaza en el ejercicio legítimo de los
derechos fundamentales establecidos en la Constitución Política de la República
o en los tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por Chile
y que se encuentren vigentes”.
Si bien nuestra Constitución protege la igualdad como un derecho fundamental,
no existe hasta el momento un desarrollo legislativo adecuado. Como sabemos,
las afirmaciones o declaraciones contenidas en la Constitución no siempre
expresan de manera precisa lo que se busca proteger. De ahí la necesidad de un
desarrollo legislativo que defina qué se entiende por discriminación, la
inclusión de categorías sospechosas, el establecimiento de un mecanismo
judicial para combatir actos u omisiones discriminatorias y una serie de
medidas especiales, como la agravante en casos de delitos motivados por algunas
de estas categorías.
Agrupaciones a favor
y en contra:
Desde que se supo el surgimiento de la idea de legislar
sobre este tema, hace ya 7 años, múltiples organismos y agrupaciones políticas
y particulares se han movilizado y creado una serie de encuentros y comisiones
que tenían y mantienen el objetivo trabajar a través de la investigación, la
difusión, la educación, el desarrollo de Políticas Públicas y la gestión
legislativa, para conseguir la plena inclusión de la diversidad. La más notable
puede ser la recién creada fundación “Iguales” que tiene entre su directorio a
múltiples parlamentarios de distintos sectores políticos y al famoso escritor
chileno Pablo Simonetti quien manifestó al respecto que "este es el primer
paso hacia una sociedad inclusiva, participativa, que respete las diferencias y
la valore como fuente de riqueza. No le tengamos más miedo a la diferencia. La
diferencia nos puede enriquecer como sociedad". Otra corporación que
estuvo muy activa en el tema de la ley fue la organización Movilh (Movimiento
de Liberación Homosexual); "Esta
ley es un salto enorme para generar herramientas que permitan prevenir, sancionar
la discriminación. Queda mucho por hacer aún, hace falta una institucionalidad
que se haga cargo de implementar esta ley", dijo el presidente de dicho
movimiento, Rolando Jiménez.
Por el contrario “organizaciones” como tales, en contra de esta ley, no hubo. Al momento de la votación, parlamentarios como Carlos
Kuschel (RN) fue junto con José García
Ruminot (RN) y Carlos Larraín (RN), votaron en contra de la ley. El motivo fue,
según lo relatados por las autoridades, el
que no compartían en su totalidad el artículo 2 de esta legislación, ya que
consideraban que ésta se encuentra “mal planteada en algunos puntos”.
A pesar de esa posición contraria de algunos parlamentarios,
el lamentable asesinato de joven Zamudio, señalado anteriormente, aceleró la
tramitación legislativa del entonces proyecto de ley antidiscriminación. A
partir de ese hecho, nuestro país ya cuenta con una normativa que se constituye
en un punto de partida para lograr un cambio de mentalidad en nuestra sociedad,
dado que cada día más compartimos de manera evidente y cotidiana con personas
de otros credos, razas, orientación sexual, etc. Esas diferencias son parte de
la riqueza que tiene una sociedad que avanza hacia el desarrollo con
integración.
-Bibliografía:
http://www.portalnet.clhttp://www.biobiochile.clhttp://revistajupiter.wordpress.comhttp://www.iguales.clhttp://ciperchile.clhttp://www.emol.comhttp://movilh.cl/
Isidora Palma.
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